A pesar de las dificultades que enfrentamos, debido a la contingencia, la alegría de cumplir años ¡no nos la roba nada, ni nadie!
Es por eso que, desde el calor del hogar, Adela festejó sus 90 años en compañía de su muy amada familia. Llena de amor, muchos abrazos, detalles y un delicioso pastel, Adela agradeció este festejo, más que grato para ella; y sus seres queridos no se cansaban de repetirle cuánto la aman y admiran.
¡Que los buenos momentos no dejen de celebrarse nunca… el amor es un gran antivirus!