cuando se canta, se expresa algo más que palabras y versos… Son las emociones que pasan por el ser humano, quien busca plasmarlas encontrando los acordes ideales para que se escuche bello, y las personas se sientan identificadas y -sobre todo- que se logre hacer brotar sentimientos a través de la canción…Rafa Castrejón es un joven cantante Irapuatense, que cuenta con algunos años en el medio artístico, es alguien que ve el canto como un bienestar para él mismo y que le llena expresarse con la voz. Actualmente estamos pasando una pandemia y ante la incertidumbre de cuándo volver a la vida cotidiana, muchos artistas locales que vivían de su voz en eventos, se han quedado en suspenso. Ante ello, Rafael Castrejón, tuvo recientemente la iniciativa de buscar talentos -aquí en Irapuato- que quisieran adentrarse a un concurso llamado ‘Show Desde Casa’ para apoyar a los artistas que se quedaron sin trabajo por el COVID-19. Rafa, quien nos concedió esta entrevista, nos contó un poco de su vida y nos platica cómo fue la respuesta de los interesados y el impacto que generó este proyecto.
Rafa, ¿Cómo descubriste tu voz y cuándo empezaste a cantar?
¿Qué crees?, que no empecé con esa motivación, al contrario, no tenía nada de voz para cantar; era bastante desafinado ¡no tenía bonita voz! Pero yo vengo de una familia donde mi abuelo es músico, mis tíos cantan, entonces cuando yo empecé a cantar, me veían raro porque no lo hacía bien. Yo solito me fui educando la voz desde los 18 años hasta hace cinco años; van -aproximadamente- seis años que me la he pasado educando mi voz aquí en casa con karaoke. Nunca he tenido instrucción de canto ni musical, siempre he sido como autodidacta, yo solito me pongo a cantar, yo solito ensayo las canciones, yo solito todo, pues ha sido muy natural; y una vez me escuchó mi abuelo y me dijo: “oye, pues no cantas tan mal, quizás sí deberías de esforzarte poquito más y capaz que logras algo”. El buen comentario fue eso, pero ya después de que yo me entrené la voz, ¡pero antes yo cantaba horrible, ja ja ja!
Cuéntanos, por favor un poco de tu
trayectoria en el medio musical.
Fíjate que el primer contacto que tuve directamente con la música fue con un grupo de Irapuato, ahí fui a hacer casting porque lo vi en redes sociales, y dije: “bueno, nada pierdo…”, fui, hice el casting, me quedé y al día siguiente ya teníamos evento. Ahí, bueno, no duré mucho tiempo; fueron dos meses más o menos. Luego, me hablaron de un antro-bar en León, Guanajuato, en La Puerta de Alcalá; hice casting y me quedé; ahí estuve una temporada. A partir de entonces, me han hablado de varios bares, antros, tanto dentro como fuera del Estado. Pero, generalmente han sido más oportunidades, en grupos versátiles (bodas, bautizos, XV años) ese tipo de grupos me han buscado más y es ahorita en donde estoy, pero prácticamente la trayectoria, pues ha sido desde cantar en, ¿qué te digo yo?, en una fiesta donde no hay ni pavimento, donde no hay nada, donde tú vas con tus zapatos de charol y se te enlodan, donde no hay escenario, no hay baño; desde eso, hasta cantar para una de las navieras más importantes de México, allá en CDMX, donde llegas y tienes tu camerino, tu catering y todo a la mano; entonces tienes que pasar ¡de todo!
¿Tienes material propio, has compuesto algo?
Nunca he incursionado en el ámbito de la composición, nunca me ha surgido esa necesidad de sacar algo inédito; algo mío, siento que hay mucha gente que tiene mucha propuesta y tiene mucho talento; no por yo demeritarme, pero, pues nunca he compuesto nada, entonces ahora en fechas recientes hay una propuesta de sacar algo inédito, pero no está en mis prioridades, honestamente. Veo más a la música como un medio de desahogo para mí, que como un negocio, que está un poco conjugado, pero ahorita la parte inédita, con esto del COVID como que no le veo mucho futuro.
¿Cómo surgió la idea del concursob‘Show Desde Casa’?
¡Híjole! Estuvo muy raro porque, yo, a pesar del confinamiento, pues seguí en contacto con mis compañeros del grupo para checar canciones, repertorio, etcétera. Y sabíamos que, al menos uno de nuestro grupo estaba pasándola muy mal, realmente se estaba viendo muy complicado económicamente; entonces lo que hicimos en el grupo fue juntar dinero entre todos para dárselo a esta persona; cuando pasó eso, yo dije: “¡híjole!, es que, esto es un grupo, está una persona que lo necesita, pero también hay un montón de gente que está pasándola mal; sean cantantes, sean músicos o personas dedicadas al medio artístico”. Fue ahí donde se me ocurrió organizar un concurso donde pudiéramos ayudar a un poco más de gente, no nada más a mi amigo, pero que fuera también como con base en su desempeño y que la gente también viera el talento que yo veo aquí en Irapuato; porque a veces, pues uno lo contrata y lo paga, pero no le presta tanta atención. Surgió así la idea, al principio ni siquiera lo tenía bien aterrizado; de hecho empezó con un video de Facebook donde yo más o menos tenía la idea de cómo iba a estar el concurso, hice el video viendo la respuesta de la gente o a quién le gustaría inscribirse o a quién le gustaría apoyar; y así fueron dándose las cosas, todo fue muy fluido y aprovechando que a la gente le gustó, tuve que hacer todo rápido para utilizar esa efervescencia que habíamos tenido con la idea; así que, de una colecta que hicimos para un amigo y con base en eso, se me ocurrió organizar este concurso.
¿Cuál fue la respuesta de las personas?
Cuando lancé la convocatoria, al principio la gente me buscaba para donar; mandarme dinero, más que para inscribirse, entonces las personas empezaron a escribirme poniendo: “oye, yo te mando dinero para el premio”, porque esa era la dinámica, o sea, todo el concurso iba a estar abierto como una alcancía y la gente iba a estar mandando dinero para yo, al final, entregárselo al ganador. Al principio empecé con $1500, que fue lo que yo tenía como alcancía que había reunido con amigos, y cuando saqué el video me escribieron para aportarme más dinero, y ya fue donde dije: “pues ya tengo dinero, entonces tengo que conseguir participantes”. Empecé a mandar mensajes y al principio, me escribieron como 40 personas que querían inscribirse; de ahí, la verdad, es que sí tuve que hacer un filtro porque mi finalidad era ayudar a quien se dedicara a eso, por lo que había gente que -por hobby- quería meterse al concurso, y ahí como que se perdió un poquito el sentido de lo que yo quería hacer. Hice ese filtro, y al final quedaron 20 personas, si mal no recuerdo; entre cantantes, bailarines y músicos. Tuve que distribuirlos en cinco equipos; cada uno concursaba un día, en ese día la persona que tuviera más ‘likes’ pasaba a la siguiente etapa. Ya en esa ronda había nada más cinco representantes de cada uno de los equipos, y así fue la dinámica: empezamos con 20 personas, y a la final llegaban cinco, nada más.
¿Hay talento en Irapuato?
Es un tanto complicado hablar desde mi perspectiva porque, puedo hablar nada más de lo que conozco y de lo que he visto, no de lo que no sé. Hay MUCHO talento y, sobre todo, hay muchas ganas, mucha disposición de hacer las cosas; a veces lo que nos falla un poquito yo creo que es la difusión o el apoyo de la gente. Desafortunadamente, y te lo digo con toda honestidad, para este concurso solicité apoyo a diversas instancias y pues -tristemente- no hubo respuesta… En el concurso hubo muchísimo talento, producción e ideas; pero nos faltan más canales de difusión. A veces tenemos el talento, tenemos las ganas de hacerlo, pero no hay el apoyo suficiente; y por apoyo me refiero a difusión, apoyo de la misma gente, y pasa muchísimo en el gremio artístico de que le pides a tus amigos que compartan y nada, les pides que les den ‘like’ y cero. Entonces, ahí te toca sacar la chamba a ti solo, andar promoviéndote, sacar tus videos, hacer tus ‘en vivos’; por lo tanto, creo que el talento irapuatense está muy desperdiciado, porque hay muchas cosas que pueden hacerse y está muy variado, o sea, hay de todo; desde el que hace súper bien teatro, quien baila increíble, muchos músicos de aquí que se han ido a tocar fuera y andan triunfando ahorita en otros lados, entonces talento hay, ganas hay, lo que nos hace falta mucho es el apoyo y la difusión.
¿Qué viene en el futuro para Rafa?
Sigo con el grupo Cocktail, un grupo versátil, pero ahorita todo está detenido, nadie contrata a un grupo grande para una fiesta; esa es la verdad, nadie hace fiestas masivas, no tenemos la autorización para hacerlo. Entonces lo que hicimos ahora fue prepararnos más para cuando regresemos a tocar, hacerlo hasta arriba. De hecho tenemos por ahí una sorpresa bastante interesante; una propuesta musical que espero les guste, y lo que hicimos también fue armar un concepto de trío, que se llama Triato; por el momento se hacen reuniones pequeñas con los protocolos adecuados, que quizás, lo haces en tu casa y ahí, a lo mejor, sí encaja un grupo pequeño de tres personas donde pueda haber un control, en cuanto a gente se trata y es un concepto de “te llevamos lo que tú ves en un bar o en un antro”; a pesar de que somos tres elementos, cada uno hace cosas diferentes para complementarnos y esa es la idea que tenemos, porque va a costar mucho que reactivemos esta parte de las fiestas masivas. Mientras tanto, hay que hacer algo pequeño y con todos los cuidados posibles, eso por un lado y por el otro, seguir sacando ideas para ver si me animo a lo inédito, lanzar algún sencillo y seguirme preparando. Aventurarme ahorita a un proyecto grande no siento que sea la idea, simplemente es hacer lo que pueda hacer en el momento y es lo que estamos haciendo, así que todo mi enfoque y todas mis ganas están en Triato.
Rafa, muchas gracias por esta charla, tus amigos de te deseamos mucho éxito en todo lo que emprendas.