Una tarde llena de alegría y entretenimiento vivió Paolo en compañía de sus primos y amigos, quienes disfrutaron de unos riquísimos taquitos para llenarse de energía y jugar antes de partir el pastel. Todos los pequeños recibieron un cilindro con la imagen de los minios y bolsitas repletas de las más variadas golosinas.
Crecer es inevitable, por eso deseamos que en tu camino puedas obtener lo mejor de lo mejor. ¡Felicidades, Paolo!