La primaria del Kipling organizó -dentro de las canchas- una convivencia muy atlética, con distintas dinámicas entre mamás e hijos, en las que se divirtieron a lo grande.
 Los peques motivaron a sus mamis, para que dieran lo mejor de ellas, en las distintas activaciones físicas que las Misses y el Profe de Deportes prepararon para ellas.
El premio por su rendimiento y entrega, fueron los abrazos de sus ‘retoños’, que se sintieron orgullosos de decir: «¡Ella es mi mamá!»